Multitudinaria marcha por la educación pública

El pasado jueves, 3 de abril, tuvo lugar la huelga de profesores y maestros convocada en toda la Comunidad por la Junta de Personal Docente de Cantabria, de la que forman parte diferentes sindicatos como STEC, CCOO, ANPE y Trabajadores Unidos.
La convocatoria congregó a más de 5.000 personas en Santander, en una masiva marcha que empezó en la calle Río de la Pila, donde se ubica la Consejería de Educación, Formación Profesional y Universidades.
El origen de estas protestas se remonta a finales de 2023, con la campaña secundada bajo el lema “Es Ahora”, en la que exigían una subida de los salarios y la creación de una mesa sectorial para llevar a cabo la negociación de distintas condiciones. Esto fue respaldado por más de 70 centros educativos y 3.000 docentes de Cantabria, con posteriores encierros en los propios colegios en señal de indignación y en la sede del Gobierno regional en Peña Herbosa, ocurriendo ambos el pasado mes de noviembre.
Dichos actos dieron lugar en diciembre a la creación de la iniciativa “Miércoles Verdes”, en la que, cada miércoles, los profesores se congregaban a las puertas de los colegios con la camiseta verde, pidiendo una mejora en la situación del marco educativo actual.
El Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza en Cantabria (STEC) justificaba su participación en la huelga a través de diferentes razones que afectan al personal docente de Cantabria.
La adecuación del salario mínimo para subsanar la pérdida de poder adquisitivo y vincularlo al Índice de Precios al Consumo (IPC), la extensión de la bajada de ratios en todas las etapas educativas y la falta de recursos.
El sindicato argumenta que las plantillas actuales son insuficientes para cubrir las necesidades educativas, como es el caso de la escuela rural, donde no hay una sola plaza. También se quejan de la imposición de la burocracia por parte del Ejecutivo regional, ya que, según los sindicatos, no han querido escuchar sus propuestas para seguir haciendo sus propias políticas.
Además, se insta a la recuperación del calendario pedagógico racional y a poner fin a los conciertos a colegios privados, que, según el STEC, “son negocios”, lo que podría afectar al cierre de un centro público en Castro Urdiales por financiar a uno concertado.

Diegu San Gabriel, coportavoz del STEC, valoraba así la concentración de la huelga: “Es impresionante, el 67 % de los centros han participado y más de dos de cada tres de los docentes y las docentes han secundado la huelga”, afirmaba San Gabriel, quien, al mismo tiempo, cargaba contra la Administración, acusándola de manipular las cifras del número de asistentes. “La Consejería de Educación ha incumplido todos los consensos de las adecuaciones que ha habido en toda su historia. El Parlamento no está atendiendo al mandato de hacer una adecuación, hicieron una primera propuesta el 7 de marzo y no están negociando”, lamentaba el sindicalista, quien mantiene la esperanza de conseguir estos objetivos a través de las movilizaciones, aludiendo a “la fuerza de la clase trabajadora”.
«Más de dos de cada tres de los docentes y las docentes han secundado la huelga»
La mañana transcurría con las múltiples protestas de los manifestantes, entre los que se podían escuchar y ver una multitud de cánticos y pancartas que reflejaban su enorme frustración con la situación actual, especialmente aquellos gritos contra altos cargos del Gobierno de Cantabria: “¡Buruaga, paga, paga, paga!”, “¡Silva, escucha, abre la hucha!” o “¡Es indecente que Silva sea docente!”. Estos fueron algunos de los gritos reivindicativos que se vertieron contra la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, y el consejero de Educación, Formación Profesional y Universidades, Sergio Silva.
El cierre del Pedregal
Otro de los temas que se sumaba a la indignación del personal docente fue el posible cierre del CEIP El Pedregal de Castro Urdiales, una situación muy grave que supondría un enorme lastre para el municipio y que tendría como consecuencia el traslado de sus alumnos y profesores a otros centros educativos de la región, causando una situación de inestabilidad a las familias y al personal del centro, al verse posiblemente obligados a afrontar otro tipo de problemas relacionados con la distancia entre los colegios asignados y los lugares de residencia.

“Se trata de un colegio público que cuenta con 84 alumnos y 12 docentes, además de conserje y personal de limpieza, que funciona a pleno rendimiento y que lo van a cerrar mientras mantienen la segunda línea del colegio concertado”, declaraba Conchi Sánchez, secretaria de Educación de CCOO, que al mismo tiempo reclamaba “más recursos en atención a la diversidad, más refuerzos en el área de orientación y una mejora en la labor inclusiva”, aludiendo al reciente caso de bullying a un alumno con parálisis cerebral en el IES Leonardo Torres Quevedo de Santander.
Sánchez definió la educación como “la piedra angular de los servicios públicos”, siendo algo que “hacemos entre todos”, y afirmaba que “denigrar a los docentes es denigrar al sistema educativo en su conjunto”.
«La educación es la piedra angular de los servicios públicos»
La profesora Isabelle Delvalle, del IES Marqués de Manzanedo (Santoña), sostenía que la escuela concertada se está viendo cada vez más beneficiada, ya que con su ratio pueden juntar menos alumnos, cuentan con más medios a nivel personal, y por estas razones consideraba necesario participar en la manifestación para defender la educación pública, invitando a Silva a pasarse por las aulas para comprobar su estado, el de los materiales y “las condiciones en las que estamos trabajando”, sentenciaba Delvalle, ante la intención anunciada por este de derribar una escuela del municipio de Voto, ubicada en una zona inundable.
La huelga del personal docente en Cantabria pone de manifiesto un malestar profundo en el sistema educativo regional. La falta de estabilidad laboral, las elevadas ratios de alumnos por aula, la escasez de recursos y el retraso en la actualización de los acuerdos laborales son algunas de las principales preocupaciones que han llevado a los profesionales a movilizarse.
Mientras la Consejería de Educación insiste en su voluntad de diálogo, los sindicatos advierten que, sin compromisos claros y soluciones concretas, las movilizaciones continuarán. La comunidad educativa, mientras tanto, observa con incertidumbre el desarrollo de un conflicto que afecta de lleno al presente y al futuro de la enseñanza en Cantabria.