Heces de paloma sobre el lábaro
Al llegar a Los Corrales de Buelna a través de la salida norte del valle, el primer pueblo que encuentra la carretera que sigue el curso del río es Barros, un pueblo pequeño de casas viejas y chalets modernos propios de la burbuja inmobiliaria. Casi al final del pueblo, cerca del cartel que marca la entrada a San Mateo, el viajero que llega al valle de Buelna se encuentra con una pequeña iglesia y, a su lado, un pequeño edificio de piedra. Ahí están, sin ningún tipo de indicación más allá de unas letras que difícilmente podrían llamar la atención de nadie debido a la decisión estética de colocar letras grises sobre una piedra también gris. El viajero no lo sabe pero acaba de pasar por delante de uno de los bienes culturales más importantes de Cantabria. Hoy en día todo el mundo en Cantabria sabe lo que son las estelas en parte por la popularidad que ha ido ganando el lábaro (bandera inspirada en las estelas de Barros), pero la realidad es que muchas personas no saben dónde se encuentran estas dos estelas.
Este tipo de anomalías en lo que a patrimonio cultural se refiere son relativamente comunes en el pueblo. Además de la salida norte, el viajero tiene otras dos formas de llegar al valle. Si lo hace a través de la salida sur, encontrará una estatua de un general romamo. Este general es, para ser exactos, Agripa, el general encargado de la conquista de Cantabria por los romanos y que sometió, por ejemplo, a aquellos que en su día hicieron las estelas. Si el viajero, en cambio, elige el tren como forma de entrada a Los Corrales de Buelna, lo que verá nada más bajar en la estación principal del pueblo es una casa con un letrero que dice ‘F.E. de las J.O.N.S’.
Volviendo al Parque de las Estelas, llama la atención las dificultades que existen para visitarlo. Si alguien quiere hacerlo y se desplaza hasta el lugar, se encontrará con una puerta amarilla con manchas de humedad y una hoja plastificada pegada a la puerta en la que aparecen fotos de las estelas y el teléfono de la oficina de turismo. Solo se puede visitar con cita previa llamando al teléfono de la propia oficina. Algo curioso referente a las visitas del Parque de las Estelas es que la llave la tiene el obispado, por lo que, antes de organizar una visita, desde la oficina de turismo deben pedir permiso para que les dejen la llave y poder abrir el lugar. Las estelas se encuentran ahí porque es donde se encontraron. Todo esto da lugar a que el año pasado visitaran el parque tan solo 60 personas, un número muy bajo para la importancia patrimonial de lo que se exhibe. De las dos estelas, la primera, la que no está dividida en piezas, se encontró en uno de los prados cercanos al parque. La segunda, la que está rota y que posteriormente fue pegada, se rompió no se sabe cuándo en tiempos en los que la iglesia católica intentaba eliminar cualquier tipo de vestigio prehistórico. Las distintas partes en las que se dividió la estela se encontraron escondidas en la estructura de la iglesia contigua.
Otra opción para ver las estelas es a través de la ventana que se encuentra en uno de los lados del edificio. Esta ventana es una solución para que las personas que se acercan al parque sin cita previa puedan ver las estelas, pero también es un problema para la conservación de las mismas. La ventana es lo suficientemente grande como para que una persona adulta pueda entrar por ella, y teniendo en cuenta que el edificio no tiene techo en zona en la que no están las estelas, da lugar a que cualquier persona pueda entrar dentro y causar actos de vandalismo. Hace años quemaron una motocicleta en el interior, pero por suerte las estelas no sufrieron ningún tipo de daño. El hecho de que el edificio no se encuentre totalmente cerrado puede ser un peligro para la conservación de las estelas. El principal problema es la humedad que existe en el lugar y que puede dañar la piedra, además de las heces de paloma que se acumulan en las estelas y que tardan tiempo en limpiarse. El encargado de limpiar el Parque de las Estelas es el ayuntamiento de Los Corrales de Buelna, pero solo con asomarse a la ventana puede verse que el lugar sufre un deterioro claro debido a la humedad. Incluso puede verse cómo han ido creciendo malas hierbas en el suelo del lugar.
Estelas de Lombera
En Lombera, un barrio a las afueras de Los Corrales de Buelna, se hallaron otras dos estelas. Las dos fueron encontradas en 1937 y se encuentran actualmente en el MUPAC. La primera de ellas sufrió el mismo problema que una de las estelas de Barros y fue fragmentada por la iglesia para poder esconderla. La segunda estela fue encontrada intacta en el mismo lugar. También se encontró una tercera estela conocida como ‘‘La Esteluca’’ cuando los vecinos del barrio reformaron por última vez la iglesia en 1995. Solo se conserva un fragmento central, pero los vecinos siempre han contado que, a sabiendas de que el Gobierno iba a llevarse la estela a Santander, decidieron volver a esconder los demás fragmentos que encontraron.


