El turismo internacional deja 507 millones de euros en Cantabria
El turismo se ha consolidado como uno de los principales motores de la economía en Cantabria, destacando especialmente su impacto en el sector de la hostelería. La llegada de visitantes cada año no solo impulsa la actividad de bares y restaurantes, sino que también tiene un efecto positivo en hoteles y otros negocios vinculados al sector. Este crecimiento se traduce en generación de empleo y un crecimiento en la facturación, aunque también presenta desafíos como la estacionalidad, la presión sobre los servicios y la gestión de la demanda.
En 2023, el turismo tuvo un impacto significativo en la hostelería de la región, con un incremento notable en el gasto de los turistas extranjeros. Según datos de Cantabria Hostelería, el gasto total de los visitantes internacionales alcanzó los 507 millones de euros, lo que representa un aumento del 30% en comparación con 2022. Además, la cifra de negocio en el sector de servicios creció un 17% en los meses de enero a julio, elevándose hasta un 54,1% específicamente en la rama de hostelería. Este crecimiento también tuvo un efecto positivo en el empleo, con un incremento del 12,5% en el número de trabajadores del sector, lo que refleja una recuperación y dinamismo en el mercado laboral de la región.
En 2024, la actividad turística mantuvo su tendencia al alza, especialmente entre los meses de marzo y octubre. Durante este período, Cantabria recibió 632.935 turistas, lo que supone un 8% más que el año anterior. Este crecimiento reafirma la importancia del turismo en la región y el esfuerzo de las autoridades locales por fortalecer el sector. En este sentido, el concejal de Turismo y Dinamización Social, Fran Arias, se reunió con Eduardo Lamadrid y Bárbara Gutiérrez para consolidar la colaboración existente entre el Ayuntamiento y la Asociación de Empresarios de Hostelería de Cantabria, con el objetivo de seguir impulsando la hostelería como un sector clave en la ciudad.
Arias puso en valor la colaboración entre el Ayuntamiento y la Asociación de Hostelería, resaltando que ambas entidades han puesto en marcha numerosos proyectos conjuntos en materia de turismo y empleo. Entre estos proyectos se incluyen iniciativas de transformación digital para mejorar la sostenibilidad, digitalización y profesionalización del sector hostelero, así como programas de formación para desempleados con el fin de cubrir los puestos más demandados en la hostelería.
Según la información proporcionada por Paz Cimadevilla, miembro del departamento de Turismo de Santander, la Asociación de Empresarios de Hostelería de Cantabria propondrán anualmente un programa de acciones orientadas a desestacionalizar el turismo, fomentar el aumento de pernoctaciones y consolidar la identidad del sector hostelero. El principal objetivo de este proyecto es apoyar al sector empresarial y apostar por una gastronomía de calidad y servicios turísticos de excelencia. Asimismo, se busca impulsar el desarrollo del modelo de Destino Turístico Inteligente, canalizando proyectos de digitalización, sostenibilidad y accesibilidad hacia las empresas del sector a través de la asociación.
La temporada alta
El verano representa un punto álgido para el turismo en Cantabria, con una significativa afluencia de visitantes que favorece la ocupación de hoteles, restaurantes, bares y cafeterías. Durante los meses de junio a septiembre, así como en eventos clave como la Semana Grande o el Festival Internacional de Santander, la demanda alcanza niveles muy elevados, lo que se traduce en un notable incremento de la facturación.
Manolo, propietario de la Cervecería Gambrinus, confirma este fenómeno: «Lo habitual es que se note más afluencia de público en general, tanto en barra como en mesas. En nuestro caso, el mayor movimiento se da al final de la tarde y durante la cena». Para hacer frente a esta afluencia, muchos establecimientos recurren a la contratación de personal temporal, especialmente camareros, cocineros y personal de limpieza. Sin embargo, estos empleos suelen desaparecer al finalizar la temporada alta, lo que genera cierta inestabilidad laboral.
Pablo Sainz Gutiérrez, empleado en el local Cortés de Santander: «los turistas son incluso más agradables que los locales, obviamente hay excepciones en los clientes recurrentes».
El aumento en la demanda también impacta en los precios de alojamientos y restaurantes. Los turistas, atraídos por la gastronomía local, tienden a gastar más, lo que impulsa la economía del sector. No obstante, esta presión también supone desafíos, como la gestión de reservas, el abastecimiento de productos y la calidad del servicio al cliente, factores que pueden afectar la experiencia del visitante.
Tras el verano, la actividad turística cae drásticamente, obligando a muchos negocios a reducir horarios o incluso cerrar temporalmente. Para mitigar esta baja afluencia, los hosteleros buscan estrategias como promociones, eventos y la captación de turismo de congresos, con el objetivo de mantener un flujo de clientes constante. Manolo, de la Cervecería Gambrinus, destaca la importancia de la clientela habitual en los meses de menor actividad: «Las ganancias del verano nos ayudan a compensar los meses de invierno. Además, contamos con clientes fieles que, aunque modifiquen sus rutinas por vacaciones u otros motivos, siguen visitándonos con regularidad».
El sector hostelero también enfrenta retos en términos de sostenibilidad y digitalización. La transformación digital ha sido un aspecto clave en los últimos años, permitiendo mejorar la eficiencia en la gestión de reservas, el servicio al cliente y la promoción de negocios a través de plataformas digitales. Asimismo, se han implementado iniciativas para fomentar la sostenibilidad en el sector, como la reducción de desperdicios, la eficiencia energética en los establecimientos y el uso de productos locales.
A pesar de los desafíos, el turismo en Cantabria sigue consolidándose como un pilar fundamental de la economía regional. La colaboración entre el sector público y privado es clave para seguir potenciando la hostelería y garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Con estrategias enfocadas en la digitalización, la sostenibilidad y la diversificación de la oferta turística, Cantabria se posiciona como un destino atractivo tanto para turistas nacionales como internacionales, asegurando así el crecimiento continuo del sector en los próximos años.