Trastornos alimenticios en la era de los estereotipos
En una sociedad obsesionada con los estereotipos, los trastornos alimenticios se han convertido en el foco para poder alcanzarlos. Esto afecta a millones de personas, especialmente a mujeres jóvenes. La delgadez se ha confundido con salud y la apariencia ha sustituido la importancia de la autoestima.
La anorexia, la bulimia y otros padecimientos no son simplemente «falta de fuerza de voluntad» ni «caprichos estéticos». Son complejas enfermedades mentales, que reflejan problemas internos como la baja autoestima, presión social, miedo al rechazo y ansiedad. Lo más alarmante es que muchas veces se desarrollan en silencio, bajo la apariencia de control.
Las redes sociales, con sus filtros y estándares inalcanzables, han amplificado este problema. Influencers que promueven dietas, cuerpos editados, y la comparación contínua entre unas y otras, hace que lo que se ve como motivación para algunos, es un desencadenante para otros.
Pero no todo está perdido. Cada vez más voces comparten sus experiencias negativas, piden ayuda y recuerdan que la recuperación es posible. Sin embargo, hace falta más educación emocional, medios públicos que garanticen el acceso a la salud mental y medios de comunicación que asuman la responsabilidad de lo que venden.