El maquiavélico plan de Trump
Las amenazas arancelarias de Donald Trump hacia México forman parte de una estrategia calculada y eficaz. Bajo el lema de “America for the Americans”, el mandatario norteamericano promueve políticas proteccionistas que buscan que toda la industria clave para EE. UU. opere dentro de sus fronteras. Aunque raramente concreta los aranceles, el simple hecho de anunciarlos genera un clima de incertidumbre que aleja la inversión extranjera de México y la redirige al norte del río Bravo.
El resultado: México sigue produciendo barato, los precios de las importaciones mexicanas se mantienen iguales y el consumidor estadounidense no se ve afectado. A corto plazo, México tampoco sufre un impacto directo, pero a largo plazo, esta táctica erosiona su competitividad y su capacidad de atraer inversiones, todo a causa de la incertidumbre.
Trump no necesita imponer aranceles; le basta con el miedo a que lo haga. Así, también consigue que México acepte demandas en materia migratoria, seguridad o política exterior. Es una estrategia de presión sin costo político interno para él, pero con un precio alto para México. Un plan maquiavélico, sin duda, pero altamente funcional para sus intereses.