Progreso reaccionario
En un mundo en el que lo tecnológico parece imponerse a todo lo demás en cualquier ámbito de nuestras vidas, los avances deberían ayudarnos a mejorarlas y hacerlas más livianas. En cambio, lo que nos encontramos hoy en día con estos supuestos avances son nuevas formas de clasismo. La brecha digital genera en todos nosotros una nueva realidad impuesta, un tren al que tienes que subirte si no quieres quedarte para siempre sentado en la estación.
El problema más evidente lo tienen aquellos que nacieron en un mundo que ni siquiera podía llegar a imaginarse hasta qué punto una herramienta no más grande que su mano llegaría a ser una nueva forma de esclavitud. Pero en realidad el problema más grande, aunque no lo creamos, lo tienen los que nacieron ya en este mundo, porque son ellos los que tendrán que soportar hasta el final las consecuencias del mismo. Son ellos los que, cuando entren un día a una página web y les pregunten si son un robot, no podrán responder a la pregunta sin ser deshonestos.Hay épocas en las que el progreso es reaccionario y lo reaccionario es progresista, que diría aquel.