Daniel Lobete: ‘‘Hasta prácticamente el siglo XX el cántabru fue la lengua de uso habitual’’
El cántabru es una lengua o dialecto que no es ni lengua ni dialecto. En España, sencillamente, no existe de forma oficial. No existe en España pero tampoco en Cantabria. Pese a que son muchos los que todavía utilizan esta lengua en su día a día, actualmente no hay un consenso sobre la forma correcta de referirse al cántabro. Tampoco se utiliza para denominar la toponimia de la región. No se enseña en las escuelas. No está recogida en el Estatuto de Autonomía de Cantabria. Daniel Lobete es responsable de movimientos sociales de la Coordinadora Nacional de Cantabristas y forma parte de la asociación Alcuentru. Nos sentamos con él para hablar de una lengua fantasma que, si te paras a escucharla, no lo es tanto.
»Tiene mucho más sentido la denominación de lengua para el cántabru»
Mucha gente cree que el cántabro es un dialecto del castellano. Según la Unesco, es un dialecto del asturleonés. ¿Cuál es la forma correcta de referirse al cántabro?
Decía el lingüista Max Weinreich que ‘‘una lengua es un dialecto con un ejército y una marina” para señalar cómo las diferencias entre una denominación u otra vienen más bien determinadas por las circunstancias políticas que la envuelven que por sus características lingüísticas intrínsecas. El cántabro en un sentido más estrictamente lingüístico no se podría considerar un dialecto del castellano porque surge de manera simultánea a éste. Podríamos en todo caso considerar el cántabru como un “dialecto del latín”, como las otras lenguas romances, pero dado que hoy día no se emplea esta denominación podemos concluir que atendiendo a sus características, origen y evolución tiene mucho más sentido la denominación de lengua para el cántabru.
En Cantabria existe un gran desconocimiento sobre el cántabro y mucha gente piensa que solo es gente de pueblo que habla un poco distinto. ¿Cuándo comenzó a perderse el cántabro? ¿Hubo algún momento en el que la mayoría de la población hablara esta lengua?
El proceso de castellanización por el cual el cántabru va quedando relegado al ámbito familiar mientras que el castellano es la lengua considerada de prestigio parece ya evidente desde, al menos, la edad moderna, cuando en muchos registros escritos podemos ver como los escribanos van castellanizando las palabras, eliminando por ejemplo los finales en u tan característicos del cántabru, pero a la vez podemos ver cómo se reflejan otros rasgos de la lengua que el escribano que ha aprendido a escribir en la norma castellana, no detecta como cántabru por lo que tenemos un reflejo de hasta qué punto estaba extendido en la lengua entre la población cántabra. Nos faltan estudios a fondo sobre el tema, pero podemos encontrar, en obras literarias como Entremés de la Buena Gloria como a finales del siglo XVIII el cántabru era la lengua habitual de las clases populares en la ciudad de Santander, si bien la burguesía y las élites se expresaban en castellano. Hasta prácticamente el siglo XX el cántabru fue la lengua de uso habitual para la mayor parte de la población. Esto lo podemos ver en los escritores costumbristas que reflejan el uso del cántabru como algo cotidiano por toda la población del mundo rural cántabro que en aquel entonces (segunda mitad del XIX y comienzos del XX) era demográficamente mayor que la urbana.
¿Qué influencia tuvo la dictadura en la pérdida de su uso?
La dictadura franquista dentro de su lógica castellanista de negación de las particularidades lingüísticas y de la identidad cántabra aplicó también una represión con castigos al alumnado que se expresaba en cántabru y ridiculización de la lengua en otros ámbitos, pero no tuvo que aplicar prohibiciones de “gran calibre”, simplemente ahondó y amplió los prejuicios y discriminaciones que venían dándose desde antes.
Según la UNESCO, el cántabro es una lengua en peligro de desaparición. ¿Qué medidas podrían tomarse para su conservación?
Reconocimiento legal tanto en la legislación ordinaria como en el Estatuto de Autonomía de Cantabria como un patrimonio y una riqueza que nos pertenece a todos los cántabros y cántabras. Financiación de estudios e investigación, creación de un atlas lingüístico y sonoro, oficialización de la toponimia cántabra eliminando las castellanizaciones (nombres que figuran en los mapas como “La Horcadura del Canto” no tienen sentido y no son sino castellanizaciones del nombre autóctono que es “La Jorcaura’l Cantu”). También sería importante favorecer la publicación de libros, materiales didácticos y por supuesto facilitar su aprendizaje a las personas interesadas en conocerlo.
»Lo ideal sería avanzar hacia una asignatura para que el alumnado pudiera adquirir un conocimiento básico del cántabru»
¿Existe algún tipo de iniciativa para introducirlo en las escuelas e incluir la lengua en el Estatuto de Autonomía?
Desde Alcuentru, asociación a la que pertenezco, promovimos la incorporación del cántabru como parte de la asignatura optativa de Patrimonio de Cantabria, pero es muy poco. Lo ideal sería avanzar hacia una asignatura para que el alumnado pudiera adquirir un conocimiento básico del cántabru como sucede en Asturias con el asturianu.
Con respecto a lo del estatuto, ahora mismo no se está llevando a cabo esa iniciativa, pero partidos como Cantabristas han propuesto en su programa electoral un reconocimiento en el Estatuto de Autonomía (como existe en otras comunidades autónomas como Asturias con el asturianu o Castilla y León con el leonés).
Viendo las regiones que nos rodean, Asturias puede parecer un buen espejo en el que mirarse. Allí en todos los carteles, tanto en carreteras como institucionales, aparece el nombre del lugar tanto en castellano como en asturiano (Oviedo/Uviéu). ¿Podría ser esta una buena iniciativa para concienciar a la gente de la existencia del idioma?
Desde luego. Sería una gran iniciativa y permitiría visibilizar la lengua. Es absurdo que en Cantabria escriban “Soto” cuando se pronuncia en cántabru “Sotu”. En Asturias se refleja cómo es la lengua, sin complejos. En Cantabria deberíamos hacer lo mismo.
¿Existe discriminación a las personas que hablan cántabro? ¿Son conscientes de que hablan un idioma ajeno al castellano o piensan que hablan con acento por vivir en un pueblo pequeño?
La discriminación ha hecho que muchas personas que hablan cántabru consideren que “hablan mal” o que deben avergonzarse por hablarlo. La discriminación es total porque se estigmatiza o trata de “paleto” o persona poco culta a la persona que lo habla. Muchas veces se utiliza la ridiculización como arma. También se utiliza la idea de que solo es un “acento” o “algunas palabras” cuando el cántabru tiene su propia gramática y estructura, a parte de muchísimo vocabulario.
¿En qué zonas de Cantabria está más extendido? ¿Existe actualmente alguna zona en la que la lengua se utilice en el día a día del pueblo?
El cántabru se ha hablado y se mantiene parcialmente en toda Cantabria con distintos grados de conservación. Es cierto que donde mejor se suele conservar es en zonas rurales y ahí encontrar un nivel mayor o menor de lengua puede depender de la persona, su edad, trayectoria vital, etc. En las ciudades se ha conservado con peor vitalidad porque el proceso de castellanización ha sido más fuerte, pero eso no quiere decir que el cántabru sea una lengua necesariamente rural. Me he encontrado buenos hablantes de cántabru en el Nansa, Valdáliga, Udías, Comillas o Cabuérniga, así como en la zona oriental por Trasmiera, Carriedu, Pas o Ruesga, pero esto no quiere decir que no haya hablantes que puedan mantener la lengua viva en otras áreas de Cantabria. No obstante, si se nota que entre las generaciones más jóvenes se va perdiendo.
Por último quería preguntarte algo que me genera curiosidad. ¿El idioma desciende directamente del latín? Al ver palabras que en castellano empiezan por h y en cántabro por j (horno/jornu) parece evidente que la lengua sigue las normas del latín. Me parece una de las evidencias por las que podría decirse que es una lengua propia y no un dialecto del castellano.
Sí, el cántabru desciende directamente del latín por eso, efectivamente, no es un dialecto del castellano. El ejemplo que mencionas de la f latina transformada en j es tal cual señalas. Lo mismo sucede con la terminación en -u que deriva del acusativo latino, el cántabru lo mantiene y el castellano lo ha transformado en una -o. Por tanto el cántabru no “deforma” el castellano sino que proviene directamente del latín.