Un sistema al límite
La situación de la sanidad pública en Cantabria se ha vuelto un tema preocupante para la población de la misma. Las listas de espera para ver a un especialista son cada vez más largas y, en muchos casos, conseguir una simple cita con el médico de cabecera supone estar semanas en la lista de espera. Como ciudadana que confía en el sistema público, me preocupa ver cómo la atención sanitaria empeora y se deteriora sin que se tomen medidas realmente efectivas. La falta de personal junto al exceso de pacientes y los retrasos constantes están afectando de manera directa a la calidad del servicio médico.
Los profesionales hacen un esfuerzo enorme, pero no pueden sostener ellos solos un sistema que necesita, entre otras cosas, inversión, organización y soluciones reales. La salud es un derecho básico, no un privilegio. El Gobierno de Cantabria debe actuar con urgencia si no quiere que el servicio cántabro de salud termine colapsando. Aún estamos a tiempo de fortalecer algo tan imprescindible para todos como es la sanidad.