Más flexibilidad para los estudiantes en prácticas
Me dirijo a usted para expresar una preocupación compartida por muchos estudiantes de la Universidad Europea del Atlántico, la falta de flexibilidad para los estudiantes que realizan sus prácticas curriculares durante el curso académico en la Universidad Europea del Atlántico. Esto genera una problemática que requiere atención urgente. Las prácticas, esenciales para la formación y el acceso al mundo laboral, deberían ser una oportunidad de crecimiento, pero en muchos casos se convierten en una carga difícil de gestionar debido a la rigidez de horarios y la escasa adaptación por parte de algunos profesores. A pesar de que estas prácticas son obligatorias en muchos grados, los alumnos enfrentamos dificultades por la falta de comprensión docente, lo que nos obliga a equilibrar tareas empresariales con clases presenciales y entregas inflexibles. La universidad debería considerar ajustes, como clases grabadas o mayor flexibilidad en evaluaciones, para garantizar que los estudiantes puedan cumplir con ambas responsabilidades sin ver afectado su rendimiento académico.
Además, la ausencia de ayudas económicas agrava la situación, ya que muchos alumnos deben costearse los desplazamientos sin ninguna compensación, en un contexto donde la mayoría de las prácticas no son remuneradas. Otras universidades han implementado becas para transporte y han flexibilizado sus normativas para que los estudiantes en prácticas no se vean perjudicados en su formación. La Universidad Europea del Atlántico debe seguir este camino y actualizar su sistema, permitiendo una mejor conciliación entre estudios y prácticas. Sin estos cambios, la experiencia profesional, en lugar de ser un impulso para el futuro laboral, puede convertirse en una barrera innecesaria para los estudiantes.