Turistas felices, vecinos desesperados
Pasear en verano por prácticamente cualquier lugar turístico de Cantabria en temporada alta nos hace ver que cada vez hay más turistas y menos vecinos. Hoy en día, cada vez es menos factible encontrar un alquiler en Santander, esto no se debe a la falta de pisos, sino a los altos precios y la falta de regularización del alquiler turístico, dirigidos, en la mayor parte de los casos, por empresas como Airbnb. Esto ha hecho que muchas calles o incluso pueblos, se hayan convertido en lugares vacíos cuando acaba la temporada alta, ya que muchos de los vecinos, se ven obligados a abandonar sus hogares por la imposibilidad de encontrar una residencia digna a precios accesibles.
Los negocios, además, se ven obligados a cerrar y dar paso a locales adaptados exclusivamente a los visitantes, dejando desamparadas las calles que antes estaban llenas de vida y que se han convertido en simples escaparates. A pesar de que el turismo es un gran potencial económico en Cantabria, si no se regula, terminará transformando la comunidad en un lugar de paso. Si no se toman medidas pronto, cada vez más vecinos tendrán que irse de sus casas, abandonando la ciudad que algún día fue su hogar durante todo el año.