“Santander no está preparada para personas con lesión medular”
Cantabria es una provincia de España que no solo enamora a los locales de la región sino que casi todo el que se acerca que es fuera de ella se llega a quedar impregnado por varios motivos. Sus paisajes montañosos y verdes con rutas para los amantes de la naturaleza y de los paseos más atrevidos o sus playas de arena fina y aguas azules hacen que muchos habitantes de España de zonas no costeras vuelvan a la región a bañarse de nuevo en el Mar Cantábrico. También tiene sus ciudades y pueblos que pueden llegar a ser realmente acogedores pero no para todo el mundo.
Hay personas que por enfermedades, accidentes o incluso desde que nacen, se encuentran en una situación muy diferente a la que la mayor parte de la población vive y que en muchas ocasiones pueden verse opacadas y ser marginadas a no poder acceder a las mismas oportunidades, como realizar ciertas actividades del día a día por el hecho de que tienen una lesión medular que les impide hacer algunas acciones, como puede ser andar ya que se encuentran en una silla de ruedas.
Cantabria puede ofrecer muchas cosas, pero quizás no a todo el mundo. ¿Está la provincia preparada para personas con una discapacidad por movilidad reducida? Carmen Ibáñez es un ejemplo de persona con una lesión medular. Tiene 55 años y lleva 13 desplazándose en una silla de ruedas, vive en Peñacastillo junto a su marido Cecilio y su hijo de 18 años, Pablo. Su urbanización con el paso de los años ha ido adaptándose a las necesidades que no solo ella utiliza, si no todo aquel que pase por este lugar. Ahora, aunque ella tiene una zona adaptada a las pretensiones que su discapacidad la requiere, el resto de la provincia y sus ciudades, Santander y Torrelavega, no son sitios para que una persona con movilidad reducida pueda desplazarse de forma totalmente autónoma.
¿Por qué te encuentras en esta situación?
Tuve unas operaciones en la espalda y tras el embarazo hubo unas complicaciones así que volví a entrar en un quirófano andando por mi misma para que me fijasen la columna y tras la intervención salí en silla de ruedas. Esto hizo que me tuviera que quedar en Toledo, donde me operaron, durante ocho meses para aprender a defenderme.
El problema vino después, cuando vuelves a casa, el hospital está completamente adaptado a tus necesidades. Eso no acaba ahí, puedes hacer que tu hogar sea completamente funcional para tus pretensiones, y si puedes permitírtelo, pero cuando sales a la calle te das cuenta de que no hay nada para ti, son todo obstáculos que te puedas imaginar, como bajar una rampa, ir a un comercio, subir a un autobús. Esto hace que sea imposible ir por la calle sin ayuda.
¿Cómo está Cantabria de adaptada?
Cantabria está fatal, por ejemplo Santander, siendo la capital, siguen haciendo nuevas obras sin cota 0, ha habido veces que se han levantado las obras de nuevo de lo mal realizadas que estaban y las han seguido haciendo mal. En cambio en Torrelavega, lo que se ha hecho nuevo sí que se ha pensado con cota 0, pero sigue siendo una ciudad poco adaptada, al menos va por buen camino.
Por suerte hay un municipio de Santander que está haciendo las cosas muy bien, que es Bezana, donde te puedes desplazar perfectamente sin obstáculos y que está adaptada a las necesidades que tenemos. Yo soy una persona que tengo una silla de ruedas activa que se puede desplazar por mi misma y me encuentro multitud de problemas.
En definitiva, Cantabria no es una comunidad para una persona con nuestras necesidades de desplazamiento. Por suerte hay ayuntamientos que se están encargando de hacer cambio, hace poco El Astillero se puso en contacto conmigo para hacer más accesible la piscina municipal.
¿Qué ayudas da Cantabria?
Nosotros tenemos unas ayudas para cambiar de silla cada cierto tiempo, lo cual lo legisla el médico que te corresponde. Ellos te marcan la silla que tienes que comprar y te dan una parte, pero es una silla muy básica. Hace poco tuve que cambiar, la silla costaba 5.000€ y la ayuda cubría 2.000. Además de eso tienes que adaptarla para ti, solo el cojín cuesta 500€, todas las cosas que necesitamos son carísimas.
Las ayudas que te dan son bastante pequeñas, y tardas en cobrarla mucho tiempo. Por suerte me enteré recientemente que si no tienes recursos no hace falta que adelantes el dinero, no es mucho pero es un avance.
Donde más dinero te puedes dejar es en las reformas de tu casa, las cuales si no cumples ciertas medidas, como es mi caso, no tienes acceso a esas ayudas y por supuesto las reformas del hogar no son accesibles para todo el mundo, son precios realmente altos.
¿Es posible recuperarte en Cantabria?
Aquí no hay lesión medular, si vas al hospital no hay camillas para nosotros, habitaciones adaptadas, el personal no está preparado para atendernos. Para poder tratarte habría que moverse a Madrid, Galicia, Barcelona o Toledo que es el hospital de referencia.
¿Cómo es la sociedad con las personas de movilidad reducida?
Muchas veces el problema lo tenemos entre nosotros, hay gente que no respeta. En varias ocasiones te encuentras con personas que estacionan en una plaza reservada para minusválidos y quizás ese vehículo tiene la tarjeta azul de la persona afectada puesta pero esa persona no está y son los padres, los hijos, la pareja que se aprovecha y quita la plaza de estacionamiento a alguien que realmente la necesita, yo he llegado a llamar a la policía, les suelen retirar hasta la tarjeta por ese aprovechamiento.
Lo importante es entender que nosotros necesitamos un espacio para subirnos y bajarnos del coche con comodidad y poder abrir la puerta por completo. Muchas personas paran en doble fila enfrente de los aparcamientos que están destinados para nosotros, y en ese momento en el que están parados para ir a comprar el pan o ir un momento a la farmacia es en el que yo llego y no puedo pasar. También me he encontrado gente maravillosa que te ayuda, por lo general me preguntan que si necesito ayuda a bajar la silla cuando me ven salir del coche que conduzco de manera autónoma ya que me puede cambiar al carnet de conducir adaptado.
¿Qué es lo más duro de esta situación?
Me encontré con un niño de cinco años, que estuve solo mucho tiempo, mi familia se enteró de mi situación sin estar yo. Mi hermana se tuvo que desplazar conmigo a Toledo teniendo que dejar también a su hijo en casa. Mi marido y yo tuvimos que deshacer nuestra vida por completo y adaptarte a una nueva vida. Por supuesto que fue muy duro estar ocho meses allí.
No quería que nadie sufriese y me callaba, el niño ve que te miran y no entiende el porqué. Hoy en día he encontrado una asociación que se llama Arrastrasillas y me ayudan a hacer rutas de montaña y fiestas y gracias a ellos he podido encontrar una manera de salir.
ARRASTRASILLAS

La asociación de Arratrasillas surge en 2016 madres de niños del Fernando Arce, colegio de Torrelavega de educación especial, se juntan con la Marea Azul para realizar un recorrido de El Soplao. A partir de ese momento se crea una vinculación entre ambas partes que llegaría a 2018, donde uno de los padres de las niñas del colegio pide ayuda a un miembro de la Marea Azul para hacer la ruta de Trasierra a lo que acudieron varios chicos a ayudar a tirar de la silla.
Poco tiempo después, Las Potrillas, como se denominan las madres de los niños del Fernando Arce, comunican a la Marea Azul que disponen de una silla de montaña que hacía años que no se usaba. Se dieron cuenta de que era una Joelette, una silla especializada para hacer rutas para personas de movilidad reducida.
Cuando estaban probando la silla haciendo una ruta un niño que estaba por allí gritó: ¡Mira mamá, unos chicos arrastrando una silla! Y de ahí salió su nombre. El Ayuntamiento de Torrelavega hace oídos de esto y dona otras dos sillas Joelette y se hace la primera subida al Monte Dobra de manera oficial
La asociación se encarga de hacer rutas de montaña llevando a personas con movilidad reducida, que se las llama jinetes, por otras personas que quieren ayudar a tirar de las sillas y llegar a donde los jinetes no pueden llegar por sus propios medios, haciendo así una cooperativa y un trabajo en equipo. En la actualidad organizan rutas de forma muy seguida, con el problema de que cada vez son más jinetes los que se apuntan a estas aventuras y son los tiradores los que en muchas ocasiones escasean. Cualquier persona puede contribuir apuntándose por sus redes sociales y yendo a compartir su tiempo libre por las montañas.
¿Qué consejo le darías a alguien que acaba de empezar a pasar por esto?
Lo primero de todo es ser positivo, luchar para ver que capacidad hay de recuperarse, porque cuando yo llegué a Toledo era con el objetivo de seguir andando. Es muy importante no dejarse vencer, no quedarse todo el día en casa, animarse y ¡tirar para delante!