La falsa promesa del orden totalitario
Cada vez vemos más países caer en manos de regímenes totalitarios que prometen orden y eficacia. Y sí, a veces lo parecen. Pero no debemos olvidar que ese “orden” suele pagarse muy caro: con censura, represión y pérdida de libertades.
Por muy solventes que parezcan en lo económico o en lo político, estos sistemas nos alejan de los avances que la humanidad ha conseguido con tanto esfuerzo: libertad de expresión, derechos civiles, democracia.
No hay que idealizar a las democracias liberales, claro. Son imperfectas. Pero son el único camino que conocemos hacia una sociedad libre y justa.