Seis meses de obras sin descanso en mi edificio
Me dirijo a usted para expresar mi malestar por las constantes obras en mi edificio. Desde hace más de seis meses, no ha habido tregua. Cuando no están reformando unos vecinos, son otros, y ahora han comenzado con la rehabilitación de la fachada. Cada mañana, a partir de las ocho, empiezan los taladros y los ruidos insoportables que hacen imposible descansar o trabajar desde casa.
Esta situación, que parecía temporal, se ha convertido en una rutina ruidosa y agotadora. Los vecinos no hemos sido informados adecuadamente ni se han buscado soluciones para minimizar las molestias. Entiendo que las reformas son necesarias, pero también lo es el respeto al descanso y bienestar de quienes vivimos aquí. Por ello, pido que se establezcan límites más razonables en los horarios de trabajo y que se coordinen mejor las obras para evitar esta situación interminable.