«Los alquileres suben cada año pero las condiciones son las mismas»
La situación de los alquileres en las viviendas en Cantabria es crítica. En marzo de 2025, el precio medio del alquiler en Cantabria alcanzó los 10,9 €/m², lo que representa un incremento interanual del 6,9%. En el caso de la vivienda en Santander, la situación es más insostenible aún, el precio medio se situó en 11,3 €/m² en febrero de 2025, con un incremento interanual del 7,8%.
Los hogares cántabros destinan, en promedio, el 25% de sus ingresos al pago del arrendamiento, cifra que se eleva al 35% en el caso de Santander. Este porcentaje supera el límite del 30% recomendado por expertos para evitar situaciones de vulnerabilidad económica. Además, Cantabria se encuentra entre las comunidades autónomas con mayor porcentaje de inquilinos que destinan más del 40% de sus ingresos al alquiler, especialmente en las zonas urbanas centrales.
Según el portal inmobiliario, si los inquilinos realizan el pago de la renta, dejarían una parte mínima para hacer frente a los suministros básicos como son la luz, el agua y el gas. En esta línea tienen gran importancia los aarriendos a estudiantes, quienes viven año tras año un infierno para encontrar un piso en condiciones normales sin tener que pagar una cantidad muy elevada.
Laura Alonso, vive en Santander debido a sus estudios, y asegura lo difícil que es encontrar algo decente y bien ubicado sin que se dispare el precio. Este es su tercer año como inquilina y se sigue viendo obligada a compartir piso con más personas para repartir los gastos de la casa. En muchos casos cuando abandonas la vivienda al finalizar el curso y vuelves en septiembre, encuentras el mismo inmueble que dejaste por un precio más elevado.
“El precio mínimo que encuentras ronda los 700 euros añadiendo a esto los gastos aparte”. Laura Alonso
RESIDENCIAS UNIVERSITARIAS
Otra alternativa de la que disponen los estudiantes son las residencias universitarias, ya sea la que ofrece su misma universidad por comodidad o existe la posibilidad de alojarte en otras. Estas residencias tienen un coste muy elevado que va aumentando cada nuevo curso, pero varía en función del tipo de habitación. Existen las habitaciones individuales que son las más caras y posteriormente ofrecen diferentes apartamentos donde conviven grupos hasta de 5-6 personas.
Carmen Cubría, residente en la residencia de la Universidad Europea del Atlántico, que vive ahí por comodidad y cercanía asegura que los precios son elevados ya que no incluye nada. Cada persona debe pagar su comida e incluso cada lavadora y secadora que ponen.
La alternativa de buscar un piso conlleva el mismo problema, el precio y la localización. Hacer frente a un alquiler, el transporte, la OLA y los gastos adicionales de la vivienda, supone un coste muy elevado para un estudiante.

Otra alternativa de la que solo disponen los hijos o hijas de guardia civiles es vivir en la comandancia. Natalia García, como estudiante que no se puede permitir pagar ni una residencia tan cara ni un piso, se aloja en el cuartel de la guardia civil. “Muchos pisos están mal ubicados o no disponen de garaje, por lo que hay que buscar un aparcamiento aparte y sube más aún el precio mensual” destaca como uno de los principales problemas de algunos pisos.
Los estudiantes buscan pisos en zonas céntricas o con buena comunicación con el transporte, y el precio de esas viviendas son las más elevadas. Muchas de las personas acaban viviendo en pueblos cercanos o en zonas menos comunes y de peor calidad porque son a los únicos precios que pueden hacer frente durante tantos meses.
“En la mayoría de los casos es imposible pagar un alquiler sola, incluso te ves obligado a compartir piso ya no solo con una persona sino con dos”. Natalia García

El pasado mes de junio, el Banco Santander, anunció que a través de su gestora levantará un fondo de capital riesgo de 70 millones de euros para invertir en el sector inmobiliario. Esta medida, aprobada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, estará enfocada en las nuevas tendencias de vivienda flexible.
En concreto, el nuevo fondo irá dirigido a residencias de estudiantes y alojamientos flexibles o coliving para profesionales.
El Boletín Oficial de Cantabria publicó el pasado 30 de abril, el extracto de la convocatoria del bono alquiler joven que contará con una destinación de 3,8 millones de euros para facilitar el acceso a la vivienda a jóvenes de hasta 35 años con recursos económicos limitados. La ayuda será de 250 euros mensuales, con un máximo de 24 mensualidades, que se distribuirán entre los años 2025 y 2027. El importe no deberá superar los 700 euros mensuales en el caso de viviendas completas o 300 euros en alquiler de habitaciones. En casos de convivencia entre beneficiarios, los topes podrán alcanzar los 800 o 900 euros, según el número de convivientes.